miércoles, 28 de noviembre de 2012

Batalla de Gaugamela. (Alejandro Magno - Dario III)

La Batalla de Gaugamela (331 A.C.) fue uno de los mas grande triunfos de Alejandro Magno. Superado en números de cinco a uno, los macedonios derrotaron a los persas, Alejandro aventajaba en el mando al rey Dario III, a pesar de que los persas combatía en su propio terreno, preparado con armas como los carros armados con guadañas y elefantes de combates.

Datos de la Batalla Gaugamela.

  • Alejandro Magno (356-323 A.C.) con 47.000 soldados griegos/macedonios frente a 240.000 persas bajo el gran rey Darío III.
  • Alejandro utilizó una formación oblicua para romper el frente persa, Darío III huyo y el ejército persa se desplomó.
  • La lucha fue Cerca de Tel Gomel, en lo que hoy es el norte de Iraq.
  • 1 de octubre del 331 A.C.
  • Alejandro intentaba derrotar finalmente a Darío en combate y terminar su conquista del Imperio persa.

                                                                                                                                          
Alejandro heredo de su padre Filipo II de Macedonia un poderoso ejercito. Su padre combatió durante muchos años para poder unificar el reino e imponer su poder a sus vecinos los griegos y bárbaros. Su potente instrumento militar fue la base de las conquistas de Alenjandro.
Alejandro se crió como correspondía aun príncipe griego, con los mejores profesores como Aristoteles. La inspiración de este joven era Hércules. Alejandro aprendió mucho de su tutor convirtiéndose en un erudito. Formaba parte de una cultura que exigía que los hombres despreciaran el peligro personal y se arriesgaran para obtener experiencia.

Imperio Persa (334 A.C.)
El imperio persa era enorme se extendía desde el Mediterráneo hasta el océano indico. Era extremadamente rico. El imperio podía alinear un gran numero de soldados , pero procedían de muchas regiones,  culturas diferentes e idiomas distintos (pueblos sometidos descontento con su estado, que no ponían gran entusiasmo en combatir por su rey). Parte de la tropa de Darío constaba de mercenarios griegos, ya que con frecuencia los mercenarios eran mas fiables que la que la fuerza de los pueblos sometidos que eran la gran masa de los soldados persa.
                                                                                                                                          

Victoria en el Gránico.
Alejandro era un comandante extremadamente agresivo que consideraba cualquier tipo de preparativo defensivo como un signo de debilidad. Al ver el ejercito persa congregado tras el río Gránico obligándole a cruzarlo, se sintió alentado declarando que los persas no tenían confianza en la victoria. Lanzo su caballería a través del río en el punto donde el enemigo parecía mas fuerte y luego de la lucha ponen en fuga la caballería  persa. La segunda linea persa y los mercenarios griegos se mantuvieron firme. pero fue masacrada por Alejandro. El Gránico estableció el dominio moral del ejercito  macedonio sobre sus enemigos obligando a adoptar una actitud defensiva.
Dos años de pausa.
Durante los siguientes años Alejandro poseía ahora la mitad del Imperio persa, redujo focos de resistencia y elimino las bases de la flota persa en el Mediterráneo. Capturo Egipto En el verano del 331 A.C.  Alejandro estaba preparado para completar su conquista del Imperio persa. Darío considero la posibilidad de retroceder mas hacia su territorio y quizá quemar la tierra tras de sí, pero decidió, en cambio, presentar batalla.
Preparativos de Darío.
Eligió su terreno cerca de la moderna ciudad de Mosul en Iraq e hizo sus preparativos para el combate. Darío estaba decidido procurarse todas las ventajas, aun cuando mandaba cinco veces más soldados que Alejandro.
El ataque inicial de Darío sería realizado por su primera linea, compuesta por la caballería y las mejores unidades persas de infantería  El propio Darío estaba en el centro de la línea persa con su guardia personal de 10.000 hombres, que los griegos llamaban los Inmortales. Frente a ellos estaban alineados unos 200 carros con guadañas. Una segunda linea, compuestas por un numero enorme de soldados de infantería  estaba situada detrás de la primeras. Darío esperaba poder envolver ambos flancos de Alejandro y aplastar su ejercito desde todos los lados. La linea de Alejandro sería atravesada y rota por la arremetida de la caballería y los carros. la infantería avanzaría para completar la victoria. En cambio, Alejandro tenia otras ideas.

Comienza La Batalla.
Para proteger sus flancos de la maniobra envolvente, Alejandro utilizó una versión del orden de batalla oblicuo preconizado por los tebanos en el 371 A.C. Colocó las unidades de su caballería en los flancos, escalonada cada una hacia atrás con respecto a la última, creando flancos rechazados que exigían que el enemigo avanzara más si quería entablar batalla. Su falange de infantería macedonia bien entrenada estaba situada en el centro de la línea griega. Una falange de reserva formaba la segunda línea de Alegandro. El plan  de Alejandro exigía que su flanco izquierdo, bajo el veterano general Parmenio, iniciara una acción de contención mientras Alejandro conducía al ala derecha a la victoria. En esto le ayudaron los propios persa, quienes enviaron a su caballería del flanco izquierdo a gran distancia en torno al derecho de Alejandro, abriendo una brecha en su línea. El ejercito macedonio se desplazaba a la derecha. Si Darío se retrasaba mucho, sus carros podrían perder el beneficio de su carrera preparada. Así que se lanzó el ataque. La caballería de Darío rodeó los flancos de la fuerza macedonia mientras los carros (y, en algunos relatos, 15 elefantes de combate) efectuaban su ataque frontal inicial.
La línea macedonia pudo rechazar a los carros y soportar la arremetida inicial, aunque una parte de la caballería persa consiguió atravesarla. Fue acometida por la falange de reserva y por tropas ligeras, que habían recibido instrucciones para ello. Algunos persas empezaron a desvalijar el tren de bagajes de los macedonios. Si se hubieran  dado la vuelta y caído por detrás sobre los macedonios, en inferioridad numérica y rodeados, podrían haber contribuido a una victoria. En cambio, se retiraron de la batalla cuando más necesarios eran. Como había planeado, Alejandro condujo a su caballería de élite, los Compañeros, y a las fuerzas a las que respaldaban, contra el ala izquierda persa. Explotando la brecha que se abría entre la caballería del ala izquierda persa y el centro, los Compañeros asestaron un salvaje golpe a las fuerzas que tenían enfrente. Fueron seguidos por una gran cuña de infantería y tropas ligeras, que cayeron sobre los desorganizados persas.
Temiendo verse separado, el comandante de ala izquierda persa, Besso, inició una retirada, lo cual redujo la presión sobre el extremo del ala derecha rechazada de Alejandro. Entre tanto, el propio Darío experimentaba la presión. Si la caballería conquistadora de Alejandro giraba hacia él, en lugar de atacar ferozmente a Besso, el propio Darío podía verse rodeado y capturado. Los recuerdos de anteriores derrotas pudieron haber influido mucho en el emperador persa, porque él también empezó a retroceder. La retirada se convirtió en una desbandada cuando los guardaespaldas de Darío siguieron a su líder en la huida del campo de batalla. Alejandro no les podía perseguir porque la situación de su ala izquierda se estaba volviendo desesperada. La fuerzas de Parmenio  estaban en apuros a la izquierda, aunque habían cumplido su misión al sujetar a las fuerzas persas. Ahora Alejandro cargó sobre la retaguardia de los persas que atacaban a Parmenio, obligándoles a retirarse. El comandante del ala derecha persa, Maceo, trató de dirigir una retirada ordenada, pero fue atacado vigorosamente, y sus soldados se sumieron en el desorden.
Esto representó el final de la resistencia persa organizada en Gaugamela. Las restantes fuerzas persas fueron dispersadas, perseguidas o pasadas a cuchillo y se capturó el tren de bagaje. Alejandro inició una persecución de las fuerzas supervivientes de Darío durante tres días, aunque no pudo capturar a su enemigo, que reagrupó a buena parte de su caballería restante y a vario miles de soldados de infantería y logró escapar. Tras la huida de Darío quedaron 40.000 soldados persas muertos,  4000 más prisioneros y el resto del ejército disperso por el campo.

Consecuencias.
Gauganela fue una derrota decisiva para Darío. Conservó la Corona y parte de su ejército, pero no pudo volver a desafiar a Alejandro, quien continuó hasta la misma Persia. Después de tomar Susa, se dirigió a la capital, Persépolis, y se hizo dueño del imperio persa en todo menos en el título. Mientras Darío siguiera vivo, no podía reclamar el título.

Darío evitó ser capturado y llegó al reino amigo de Bactria, donde apareció muerto, asesinado. Por fin, los persas podían rendirse. Alejandro fue proclamado <<Gran Rey>> y añadió Persia a su creciente imperio. El reino de Alejandro se extendería finalmente hasta la India.

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